2 – Empieza el camino hacia IRONMAN VITORIA: Pruebas elegidas hasta ello y mis manías…

¿Qué os cuento en esta segunda entrada de mi rincón? Os resumo cómo han sido los primeros meses del año, las pruebas que he hecho y algunas de mis pequeñas manías.

Pues bien, una vez hecha la inscripción al Ironman de Vitoria, cogido el alojamiento y decididas las pruebas previas al Ironman, tocaba poner el foco en las primeras pruebas de la temporada.

Lo del alojamiento no es tontería, opciones hay muchas, eso sí… hay que mirarlas con tiempo porque la cosa se pone complicada, en mi caso y una de las que más papeletas tiene es este, ya os contaré.

Desde la primera quincena de enero, empiezo a rellenar día a día mi diario de entrenamiento.

Siempre he registrado mis sensaciones y demás en una agenda pero esta vez decidí llevarlo en este diario de Marcos Duato, que me parece una pasada.

Llevar el registro de lo que entreno cada día y anotarlo antes de acostarme, me parece una manera muy sencilla de no perder el foco durante el proceso y de ver mes a mes lo que vas consiguiendo.

El mes de Enero

Cerramos el mes de enero con una media de once horas semanales de entrenamiento, con salidas en bici de mucho frío…

Y lista para afrontar febrero.

Febrero fue el mes de comenzar con el duatlón sprint del Jarama en el que sufrí y disfruté a partes iguales. 

No es la distancia que más me gusta y esto de agonizar no es a lo que estoy acostumbrada, pero me sirvió también para saber en que punto de forma estaba en ese momento.

A finales de febrero me planté en la línea de salida de la Media Maratón de la Latina, sin ninguna pretensión. Salía a disfrutar y terminé agonizando un poco al final por no dejar que me pasara el globo de 1h y 45 minutos 🙂

De nuevo me vi en ese sub 1h 45´, como antes de la pandemia, esta vez entre cuestas y sin buscarlo. Así que, solo pude acabar feliz.

En carrera a pie, volvía a sentirme en mi sitio tras la recuperación de la maratón, que esta vez llevé con calma, paciencia y buena letra.

Febrero terminó con una media de once horas semanales de entrenamiento y ya sintiendo que empezaba a coger algo de forma, sin prisa pero sin pausa.

En bici claramente la preparación de la maratón me había dejado fuera de mi punto habitual y en natación más de lo mismo.

Paciencia y seguir “picando piedra”, no había más opciones.

Vamos a por Marzo

Empezamos el mes de marzo con la vista puesta en el Half de Alicante que se celebraba el 3 de abril.

En estos primeros meses, mis salidas de bici no suman más de 3 horas y media los sábados pero aprovecho siempre a subir y bajar puerto para soltarme.

Desde el mes de febrero, puse mucho el foco en no bajarme de la cabra ningún fin de semana y comenzar a subir y bajar puerto para coger más soltura con ella.

El mes de marzo acaba con una media de 14 horas semanales de entrenamiento y con sensación de que todo se iba cociendo a fuego lento pero con fuerza. 

Empiezo a cambiar rutinas y a dejar el entrenamiento de natación (que ahora empiezan a ser de 3000 y 3600 metros) para hacerlo por la tarde al acabar de trabajar y sin prisas por terminar.

Venía de meses en los que podía sacarlo muchos días por la mañana o a mediodía, (que es cuando menos pereza me daba hacerlo), así que tocó acostumbrar mi cabeza a ello.

Llegamos a la línea de salida de la primera cita, sabiendo que estaba en el punto de partida de la temporada, con los deberes bien hechos y con confianza de que lo poco o mucho que llevaba en las piernas, era lo suficiente para poder disfrutar de la prueba.

Finalmente tuvieron que recortar la natación por el frío, pero quedé contenta, con buenas sensaciones y sabiendo que tenía algo más en las piernas de lo que había dado ese día. 

Esto favoreció que la recuperación fuera más rápida y que en cuestión de días estaba lista para seguir con la preparación del Ironman.

Y por si no habías leído la crónica de este primer triatlón de mi temporada, aquí te dejo el link

Y ahora sí, sabía que lo mejor estaría por llegar.

Las pequeñas “manías” que he ido sembrando estos meses:

  • Independientemente de que mi entrenador me paute o no sesiones de movilidad y estiramientos en la semana, siempre busco 20 minutos, un día o dos a la semana y hago una sesión más larga de movilidad, descarga con el foam roller y estiramientos. Para mí es el momento de mimarme y chequear cómo está mi cuerpo en ese momento.

Sí, da pereza el domingo por la tarde, lo sé, pero es algo que a mi me aporta más de lo que antes imaginaba hasta que cree ese buen hábito.

  • El fisio. No esperar a tener una molestia para ir a visitar a mi fisio. Intento cuadrar con ella al menos una vez al mes, en estos meses en los que aún la carga no es tan alta. Cuando la carga aumenta, intento que no pase de las dos semanas para volver a verla.
  • Los días que doblo entrenamiento, separar las sesiones como mínimo 6-8 horas. 
  • La última sesión de entrenamiento, intento que no acabe más tarde de las 21:30h del día. He comprobado que los días que lo hago así, tengo más facilidad para coger el sueño y la calidad del sueño es mejor.
  • Rellenar mi diario de entrenamiento cada día

Si tú que estás leyendo esto, también eres de crear tus rutinas y manías que repites a diario, estaré encantada de leerte.

En la siguiente entrada, os cuento cómo fue ese mes de abril tras el Half de Alicante y hasta la siguiente cita de la temporada, el Half de Peñíscola.

Gracias por leerme una vez más y por supuesto, por acompañarme en este bonito viaje.

Otros artículos que te he dejado ya en mi rincón.

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