Y llegó el gran día…cinco de la mañana, suena el despertador, doy un bote de la cama y pongo las cafeteras en marcha para todos.
Que emoción Sandra!! Llegó el día!! ¡Qué felicidad!!…pensamientos bonitos y felices me invaden desde primera hora.
Desayuno con calma, me preparo, me pongo el traje de faena, preparo los bidones…hay algo de calma en mi, pero a la vez un gusanillo de nervios y felicidad.
Repaso varias veces la lista de las cosas que tenía que llevar a la T1 y que no había dejado el día anterior.
Salimos hacía Vitoria para coger el autobús. Conduzco yo, estoy tranquila. No voy con muchísimo tiempo de antelación, porque sinceramente, quitarme media hora más de sueño para pasar media hora más de nervios no me compensaba.
Al llegar a Landa hacía un día de sol que ni en sueños imaginaba…busco a Ferkal y David. Nada más verles David me da esas palabras de calma “tranquila, llegas con tiempo”…entran conmigo en la transición, siguen grabando todo…
Saco mi lista del móvil con lo que tenía que hacer en ese momento (parece una chorrada pero con los nervios lo mismo se te olvida echar la cera a la cadena o hinchar las ruedas, llamarme cuadriculada jaja). Vale Sandra, tareas:
-Seca la bici con la toalla pequeña que llevas (de la humedad que había en el Pantano estaban empapadas), echa la cera, hincha las ruedas, mete la suplementación en el cajoncito de la bici, comprueba que las baterías del cambio no fallan ahora (llevaba otra de repuesto por si acaso, manías)
-Bolsa de transición: calcetines, zapatillas, casco, dorsal, suplementación…
Y una vez hecho esto salgo para afuera. Allí estaban ya mis amigos.
Y comienzan los momentos de risas claro…estaba tranquila, feliz…momento untarme bien de protección solar y de vaselina para que los rozones no hicieran de las suyas…
Momento “la lío parda” con el gorro y David lo capta con la cámara para mandarlo al grupo de Kalamos jaja
Y ahora venga, la bolsa al ropero, neopreno puesto y a tocar agua para ver cómo está.
Estoy muy emocionada, a la vez que tranquila, arropada por los míos…Sandra has empezado a vivir tu sueño…pienso
Les digo a todos que vayamos ya hacia los cajones de salida, me apetecía meterme ya en ese ambiente tan bonito.
En ese momento que me voy a tomar un gel, y veo que el agua lo he metido en la mochila del ropero…no pasa nada, ya estaba Chantal allí con agua para mi
No paro de saltar, bailar…esto hay que vivirlo, esto era lo que había soñado.
Momento de fotos y videos.
Estoy feliz, estoy donde quiero estar, estoy arropada por mi gente, quiero devolverles esto haciéndoles disfrutar desde la barrera.
David me insiste, “Sandra va a hacer mucho calor, cuanto antes salgas mejor”…mis amigos me insisten igualmente…bueno mira les voy a hacer caso, que saben de lo que hablan, y además, van a sufrir muchas horas desde la barrera.
Me despido de todos, me meto al cajón y sigo bailando…miré alrededor y estábamos, los que bailábamos, los que se mordían las uñas y temblaban…cada uno con su batalla mental.
Llega el momento de ir avanzando en el cajón….”vamos Sandra que esto empieza”...a la izquierda los míos con cámara en mano para grabarlo y despedirse de mi.
Entro al agua y sin agobio ninguno voy buscando pies para no dormirme en los laureles.
Cuando me quiero dar cuenta estoy en la boya del final…
Pensé que se me iba a hacer eterno llegar allí, pero no, estoy disfrutando, feliz, de mi día…aún no me lo creo…sigo nadando en grupo y al pasar la segunda boya amarilla y girar de nuevo ya pienso en esa recta final hasta el arco…al ratito empiezo a escuchar al speaker…madre mía qué emoción cuando salga de aquí y vea a mi gente ahí esperándome.
Últimas brazadas, pongo pie a tierra, miro el reloj…joder, una hora y 26 minutos…esto son 4 minutos menos de lo esperado Sandra!!…el tiempo en la natación no me obsesionaba mucho…pero no os voy a mentir, ver 4 minutos menos de lo que esperas hacer, da un chute de alegría para seguir en la batalla de ese día.
Primero veo a David grabándome y le suelto riéndome un…”vaya pechá de nadar!”
Paso por los vasos de agua para hidratarme y ahí estaban mis amigos y mi primo gritándome…les sonrío, les choco las manos…¡¡que feliz estoy!!
Paso por la carpa, me pongo todo, cojo la suplementación y salgo a por mi bici…voy por la transición sonriendo, emocionada…el speaker me nombra…ahí llega Sandra de Kalamos sonriendo…
Salgo por esa alfombra roja…ahí están todos gritándome…llevo la piel de gallina…
Y al llegar a la línea para montarme en la bici oigo otra voz conocida “con la calma, tú con la calma”….”Jose que estás aquí!”
Y empiezo el segmento de bici…que bien me encuentro…”comer, beber y disfrutar Sandra, eso es todo lo que tienes que hacer, tienes en las piernas todo el entrenamiento de meses, hoy sólo céntrate en disfrutar” me repito una y otra vez.
Que importante es ese diálogo interno y esa confianza que genera el haberlo trabajado durante tantos meses.
Primera vuelta en bici, paro en dos ocasiones, una a rellenar bidones (no daban bidones, daban botellas) y otra a coger comida en el avituallamiento especial. Apunte: como más sólido que geles en bici, que era lo que había entrenado, y en el tritraje no caben las barritas y los sandwich para tantas horas
Al pasar por el polígono veo a Prado que me grita, la sonrío y la saludo, todo marcha según lo previsto.
Al rato veo a David con cámara en mano y le grito emocionada…
Subiendo la presa veo a mi amigo Jose, le grito: que ya estoy aqui!…voy feliz, no puedo parar de sonreír a cada persona que veo animando…en esa casa en lo alto aparece un grupo de gente con su música a tope y haciendo la ola a cada uno que pasábamos por allí…el País Vasco y su gente, no defrauda….
Sigo comiendo y bebiendo, sumergida en mis sensaciones, no oigo a ningún demonio dentro de mi cabeza, me hablo bonito a cada kilómetro que pasa…me he querido mucho durante este proceso, pero hoy me quiero más aún, confío en todo lo que he hecho, confío en mi como antes nunca había hecho.
Llego al Pantano y oigo música a toda leche y les veo de fondo…son ellos…Patri, Sergio, Noe y mi primo con mi megáfono…y un grupo de gente que no se quien eran, pero me hacen el pasillo…¡madre mía qué chute de motivación!
Segunda vuelta de bici, llevo buenas sensaciones…una moto se sitúa a mi lado…miro y es Ferkal grabando…me pregunta que cómo voy…”muy bien, comiendo y bebiendo, controlando bien y disfrutando mucho”…en esa vuelta donde el calor empieza a apretar un poco más y empiezo a adelantar a más gente…voy gozándolo, parando en los avituallamientos, no me importa perder dos minutos más por parar y asegurarme que llevo todo en todo momento…y antes de encauzar la tercera vuelta Ferkal se despide de mi ya que iban en la moto a ratos grabándome por detrás, a ratos al lado mía…”Sandri, te veo en Vitoria”…le contesto feliz…”Sí Ferkal, os veo en Vitoria”
Esa tercera vuelta, donde las cosas empiezan a cambiar, donde el calor empieza a apretar y el viento empieza a soplar más…pasas por el pantano donde comenzaste a dar pedales hace ya unas hora…como ha cambiado todo, ahora esta desierto…
Paso por el avituallamiento especial de nuevo, cojo lo que me queda y les doy las gracias a esos voluntarios que nada más llegar ya estaban volcados para hacerte todo más fácil..
Tercera vuelta…”que bien lo estás haciendo Sandra, ahora solo queda que no pinches ni pase nada para llegar a esa alfombra roja en Vitoria…esa transición soñada”…
Paso por delante del avituallamiento especial y les grito un “sois los mejores”…me gritan ellos también…que haríamos sin esos voluntarios!!
Últimos kilómetros, llegada a ese rampón en el que sientes el calor infernal cayendo en tu cabeza como un bloque de fuego…”madre mía aquí hoy vamos a morir todos” pienso que el calor va a hacer de las suyas en la maratón, adelanto a gente que va acalambrada y deshidratada…”bueno Sandra, tranquila que el calor es lo tuyo, y además habrás perdido unos bonitos minutos por parar en cada avituallamiento pero estas haciendo las cosas como debes”.
Creo que nunca hubiera imaginado que durante 180 kilómetros iba a mantener esa concentración en hacer todo lo que tenía que hacer, disfrutarlo de aquella manera y hablarme tan bonito a cada momento que pasaba. Ni un solo pensamiento negativo en esas horas.
Últimos kilómetros y llego a Vitoria…ese giro..última calle…allí se ve la alfombra roja…”aún no me lo creo” voy pensando…al llegar a la alfombra mi amigo Jose me pregunta y le digo que voy bien y que todo bien…estoy feliz!..pero a esa hora llegaban delante mía mucho cadáver y la verdad que todos los míos estaban temiendo por verme llegar.
Bajo corriendo por esa alfombra…joder esto lo había soñado!!…y allí estaban todos gritándome…les hago aspavientos con las manos sonriendo…voy endorfinada perdida!!! se pensaban que me había pasado algo porque les decía “madria mía!!!”…y en realidad era la emoción que llevaba…
Entro en la carpa, me quito el casco, cambio de zapatillas y a correr.
Salgo corriendo, veo a Jose, y más adelante al resto…les sonrío, voy como una moto!…paso por esa plaza…dios mío…si esto es una fiesta! decía mi compi Mery, que cuando pasara por aquí me entrarían ganas de echarme unos bailes..que razón tenía!!!
En seguida mi amigo Jose se pone a mi lado “Sandra con calma, hace muchísimo calor, la gente lo está pagando, cuidado en la zona de la universidad que eso se hace bola”…
Más adelante veo a Prado y a Isa…les sonrío y les digo “que día más bonito”…llego al primer avituallamiento…vaya, ¡no hay botellas!...vale Sandra, plan B, tienes tu botella con asa en el avituallamiento especial que es el siguiente…siento que me hago pis, necesito entrar al baño…voy directa, no puedo aguantar…con la emoción que llevaba en la bici se me olvidó hacérmelo encima
En seguida veo a mis amigos, les digo que tranquilos, que he tardado más porque me he ido al baño a hacer pis pero que estoy bien…más adelante veo a Rosa y a Jose…les digo lo mismo, tranquilos que me he ido al baño por eso he tardado más, ya estoy aquí.
Al ratito veo a Ferkal y David, me preguntan qué tal voy, les digo sonriendo que muy bien, que ya he cogido mi botella, todo controlado…como si aquella botella fuera la que me salvara de acabar una maratón! jaja
Veo a Chantal y a Nacho, y les digo que vayan a comprar hielos, que no hay en los avituallamientos, y que al menos a cada vuelta cuando pase les cojo un par de hielos para el bidón de la mano y otro para irme refrescando la nuca. No me preguntéis por qué, pero en ese momento vi que ellos dos estaban más cerca de los bares y tiendas y se me ocurrió aquello jaja
Veo a Jose de nuevo, se pone a mi lado me dice que vaya maratón que estoy haciendo que muchas de mi grupo de edad que van delante, van decayendo…yo sigo alucinando…no miro el reloj, voy sumergida en disfrutar, lo estoy gozando!
Más adelante veo a mis amigos, les oigo de lejos gritando…
Mi primo se pone a mi lado, me canta en qué puesto voy, me dice que no decaiga, que muchas de las de delante van decayendo…yo estoy que no me creo nada…estar en un top 20 de mi grupo de edad y no la última ya me parecía la leche!!
Segunda vuelta, veo a Ion en el suelo con cámara en mano, le tiro un beso y le sonrío. Mucho tiempo siguiéndonos por redes sociales y nos tuvimos que ver en persona por primera vez en mi debut en Vitoria.
Vuelvo a pasar por esa plaza…madre mía es que lloro de emoción cuando paso por aquí…
Después me adentro en esa calle estrecha…esa calle llena de gente que se te echa encima…les aplaudo yo a ellos, me llevan en volandas.
Vuelvo a ver a los míos, paso por el lado de Isa y mi amigo Jose, les sonrío y les digo que voy muy bien…tenía buenas sensaciones en las piernas pero aún quedaba la mitad de la maratón.
Vuelvo a pasar por el parque y allí estaba con Rosa mi amiga María (amigas del pueblo de toda la vida, casualidad que este año se había mudado a Vitoria, y que después de muchos años, nos vemos el día de mi debut en la distancia, otro recuerdo bonito que tengo de esto)
Veo a Chantal y Nacho de nuevo, allí me tenían los hielos, “me habéis dado la vida chicos” les digo.
Voy acabando la segunda vuelta y veo de lejos a mi compañero Ricardo, que ya iba para la meta. Le ofrezco un hielo que llevo en la mano y me dice algo así como “vas volando Sandra!”...el que había volado era él, que se había clasificado para Kona minutos más tarde al llegar a meta jeje
Y ahí empieza mi pequeño calvario…ese flato que llegó para quedarse para el resto de la carrera.
No quiero parar, no quiero bajar el ritmo, pero me obliga a hacerlo. Paro y ando, me estiro, me aprieto la zona del flato…parece que da un poco de tregua pero cuando vuelvo a arrancar aquella sensación fea vuelve…demasiado bien estaba yendo todo, pienso.
En la tercera vuelta, aquello daba poca tregua. Intento pararme y andar pero la gente no me deja.
Espero a llegar a la zona de la universidad, donde no hay nadie y vuelvo a parar y a estirar y respirar hondo…
Veo a mi entrenador y me pongo a su lado, lo está pasando mal, es su cuarta vuelta y su estómago ha explotado varias veces, le animo y le digo que ya lo tiene hecho. Que injusto es el deporte en ocasiones así.
Paso por el lado de mis amigos, y les digo que lo estoy pasando mal por el flato…ellos ven claramente que mi cara ha cambiado. Me animan y no me dejan andar. Estoy enfadada, porque quiero correr y ese flato me hace pararme.
Veo a Maria y a Rosa, allí seguían gritandome y animándome…
Solo pienso a cada vuelta que les veo a todos allí, la paliza de día que llevan, que no puedo fallarles ni dejarles de sonreír y devolverles esto al menos con mi mejor cara.
Al pasar por la plaza de nuevo, pienso que ya me queda una vuelta y entraré en ese arco de meta…”Sandra no decaigas, es solo flato, y esto es lo poco que te puede pasar en una distancia larga” pienso positivamente.
Empiezo la cuarta vuelta, mis amigos se ponen en un punto donde me ven pasar varias veces, sabían que estaba en esos momentos duros. Mi sonrisa había desaparecido…
Me gritan de lejos que voy a hacer las doce horas y cuarto.
Os prometo que hasta ese punto, no sabía ni cuántas horas llevaba en marcha.
Al llegar de nuevo a la zona de la universidad Sergio me ve andando, y viene corriendo, me dice que tengo una rival de mi grupo de edad a 30” y otra a 1’…suelto un taco por la boca y allí que me voy a cogerlas…no se de donde salieron las fuerzas, ni esa actitud en el kilómetro 38 de la maratón, pero salió así…
Veo a Chantal y a Nacho y les digo emocionada “ni en sueños me imaginaba un día así”
Al llegar a esas calles que te acercan al arco de meta, voy emocionada, chocando la mano a la gente, dando las gracias a todos, voy como una moto…como si no hubieran pasado los kilómetros de repente por mis piernas…
Y llegas a esa plaza, esa plaza mágica…esa plaza llena de gente, de música….pienso un “Ay Sandra y tú pensando que entrarías de noche en esta plaza, vaya regalo de día!!”….y entonces llegas a ese giro por última vez…
Aquí acaba la batalla, todos los míos me gritan desde las gradas, voy llorando, no veo a nadie…
Solo veo el arco de meta, ese speaker, que me avisó días antes, “Sandra ya estoy calentando la voz para decirte las palabras mágicas”… y entonces le choco la mano, al mismo tiempo que me dice…
SANDRA YOU ARE AN IRONMAN!
Y entonces es cuando no te crees nada, no sabes cómo pero has pasado las 12 horas y cuarto más cortas de tu vida…has vivido esto mejor aún de lo planeado, y te han colgado esa medalla deseada.
Y entonces en ese momento, tuve claras tres cosas:
1.- El trabajo que ha habido detrás durante meses o quizás estos años de atrás, había valido la pena y lo repetiría una y mil veces.
2.- Había llegado a la larga distancia a mis 31 años para quedarme, sin ninguna duda.
3.- Fui muy afortunada, porque como ya sabemos en la larga distancia nos pueden pasar muchas cosas que no están en nuestras manos controlarlas y no me pasó ninguna de ellas, solo un dichoso flato
En seguida viene Isa a abrazarme, estoy emocionada, me dice algo así como “lo has bordado, la preparación tú sola haciendo todo y hoy lo has bordado Sandra”…la digo que he llegado a la larga distancia para quedarme…estoy feliz.
Subo a las gradas, a ver a mis amigos, y a Rosa y a María que allí estaban para no perderse en primera plana mi entrada en meta jeje.
Les abrazo, estoy feliz y no puedo creer nada aún….
Y colorín colorado, este primer capítulo de un polluelo recién salido del cascarón en la larga distancia, ha llegado a su fin.
Gracias, a todos los que me habéis acompañado en el camino, los que me habéis leído durante el proceso, porque os habéis pasado el juego!jaja..vaya chapas os he dado, espero que en el siguiente Ironman se me hayan quitado un poco las ganas de contar tantas cosas, por vuestro bien:-)
Pero en especial, me vais a permitir, que estas líneas se las dedique a mi madre, que entiende este modo de vida que llevo, que en ocasiones si no es por ella no hubiera podido cuadrar todo tan bien porque me ha ayudado mucho en mis encajes de bolillos a diario, ha entendido la importancia que tenía para mí todo esto, me ha visto llegar a casa ilusionada después de entrenar y otros tantos días cansada y saturada por todo lo que llevaba en algunos meses encima además del entrenamiento. Gracias mamá.
Gracias a Ferkal, David, Noe, Patri, Sergio, a mi primo Juanma, Prado, Isa, Rosa, Jose, María, Chantal y Nacho. Gracias por cada grito, por vivir esta ilusión conmigo, por estar aquí apoyándome…esto también es vuestro, y os llevaré por siempre grabados en esta medalla. Soy muy afortunada por haberos tenido a mi lado en este día tan especial, vosotros lo hicisteis más especial aún
Gracias a todos los que me seguisteis aquel día por la aplicación y me mandasteis todas esas fuerzas, gracias a mi club, mi familia Kalamera, que en la distancia me hicieron sentirme tan mimada y apoyada
Gracias a Belén de Tu Gestor Salud. La que se encarga de que este polluelo recién salido del cascarón, aprenda a comer en competición, gracias por cada consejo, por enseñarme tanto y por darme siempre esa seguridad, por hacerme un hueco incluso por teléfono cuando no había manera de cuadrar nuestras apretadas agendas y darme esa calma aquel día que a 8 semanas del Ironman entraba en barrena
Y por último, gracias al jefe, a mi trainer, José Acosta. Gracias por guiarme durante estos años, creo que un Ironman no se prepara en cuestión de meses, y creo que los dos teníamos claro hace tiempo hacia donde tiraba esta cabeza loca. Gracias por hablarme desde el minuto uno de la dureza de la larga distancia, por inculcarme esos valores del deporte tan importantes, por dejarme aprender con sencillez lo que significa la larga distancia, esto solo acaba de empezar.
Y a ti, que hoy te has sentado a leer hasta esta última línea, gracias por tu preciado tiempo, gracias por leerme hasta aquí, espero haber sido capaz de transmitir mi ilusión a través de estas líneas y que lo hayas disfrutado tanto como lo he hecho yo escribiéndola.
Eskerrik asko Vitoria
Y sí, ya estoy pensando en el siguiente
Otros artículos que te he dejado ya en mi rincón.
[mejorcluster categories=»73″]Déjame aquí abajo los comentarios please