Cada temporada, todo triatleta se encuentra con una serie de limitantes de interfieren en la cantidad de tiempo disponible para entrenar y compaginar éste con el resto de responsabilidades del día a día. A causa de esto, en múltiples ocasiones una de las soluciones que se busca de manera rápida es quitar entrenamiento de natación considerando que al no ser mucho tiempo el que se le puede ganar al crono, no merece la pena invertir tiempo en ello.
Antes de que hagas uso de este camino, piensa que esto se llama triatlón y que su resultado final depende de lo que ocurra en los tres segmentos junto a sus transiciones.
¿ Merece la pena invertir tiempo en la natación de triatlón de larga distancia ?
Cualquier situación que provoque tensiones es una situación que afecta al rendimiento y a la gestión óptima de energías. Si la natación te genera ansiedad, el invertir entrenamiento en ella te aportará la confianza necesaria para que puedas afrontar el segmento con menos agobios y menos gasto energético. Gasto que incluso empieza antes de que se dé el bocinazo de salida al encontrarte en una situación de ansiedad por la falta de confianza.
Mínimo ganarás en confianza y quitarte ansiedad
Es probable que el tiempo del segmento sea el mismo que en otras ocasiones pero si consigues esto con más facilidad y con menos gasto de energías, es algo positivo que te llevas al resto de segmentos y por tanto al resultado final de la competición.
En ocasiones uno de los errores que cometemos es el exceso del trabajo técnico que hace que las sesiones se eternicen. Para ello, en el momento que tengas cierto nivel técnico, debes plantearte el ir incrementando el trabajo fisiológico ya que no sólo te va a aportar mejoras en la natación sino que aportará mejoría en el resto de los segmentos debido a los beneficios del entrenamiento cruzado.
Dentro de los tres segmentos, el segmento de natación es uno de los que presenta un mayor índice de incertidumbre, debido a corrientes, oleaje, grupos de nadadores, giros de boya, etc. Por tanto, se le debe echar metros y metros de trabajo a poseer diferentes recursos técnicos y tácticos para salir airoso de situaciones adversas e inesperadas como diferentes tipos de recobro, de respiración, giros de boya, salida australiana de vuelta, habilidades de nado en grupo… en definitiva, todo aquello que pueda aportarte de manera que durante la natación se pueda ver la mejor versión de ti, compitiendo.
Además entrenar la natación «no va a empeorar tu rendimiento»
Y por último, imagínate que por “casualidad”, por entrenar la natación, mejores en la misma, que gestiones mejor las energías, que ya no haya episodios de ansiedad, que no machaques tanto tus músculos, articulaciones y huesos en el resto de segmentos ( en el entrenamiento) y que además, saques adelante, con buena resolución, los problemas que se te puedan plantear. Por tanto, ¿No habrá merecido la pena el haberla entrenado?
Así que recuerda, entrenar la natación y no dejarla de lado, no va a empeorar tu rendimiento.